Las empresas deben de registrar miles o
millones de transacciones cada día. Como resultado, los sistemas contables se
diseñan para mostrar los aumentos o disminuciones en cada elemento
de la ecuación como un registro separada. Este registro se denomina una cuenta.
Una cuenta en su forma más sencilla tiene
tres partes:
1. Su
título, es decir, el nombre del elemento de la ecuación contable registrado en
la cuenta.
2. Un
espacio para registrar los aumentos del importe del elemento.
3. Un
espacio para registrar las disminuciones del importe del elemento.
El registro de las transacciones debe seguir ciertas
reglas. Por ejemplo, los aumentos de los activos se anotan en el débito (lado
izquierdo) de una cuenta. Asimismo, las disminuciones de los activos registran
el lado crédito (lado derecho) de una cuenta. El excedente de los débitos en
una cuenta de activo sobre crédito es el saldo de la cuenta. Los aumentos de
los pasivos se anotan en el crédito (lado derecho) de una cuenta. Asimismo, las
disminuciones de los pasivos registran el lado débito (lado izquierdo) de una
cuenta. El excedente de los créditos en una cuenta de pasivos sobre débito es
el saldo de la cuenta.
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